29/1/20

Poema de Bibi Albert





SIENDO OTRA

Isadora me observa
desde su metro ochenta y pico.
Le divierte ser mi espejo optimizado.
Hace un gesto grandioso con su pelo
que hago yo también, pero sin pelo
y sin grandiosidad.
Se calza como un guante
el azogue derretido de belleza
y su mano me toca.
Me estremezco, reacciono,
retribuyo el intento heladamente cálido.
Ella entiende que le estoy pidiendo ayuda,
que // con la que soy // no puedo.
Me mira, // comprensiva, inteligente, lánguida.
La miro, // interrogante, expectante, asustada.
Las dos nos empañamos.
Su dedo escribe pero la leyenda,
que aparece, para mí, al revés.
La sella con su boca apoyada en el vidrio.
Pongo mi beso al lado, conmovida.
Busco un espejito de cartera,
le pido que traduzca, y me revela:
“Las bendiciones han sido concedidas”.
Desempaño con la manga.
Isadora se fue.
Pero en el reflejo soy más alta,
y de pelo tan largo que hago sombra
a lo que me hacía sombra
esta mañana.

© Bibi Albert

2 comentarios:

Blogger mariel monente ha dicho...

Precioso Bibi!

30 de enero de 2020, 12:54  
Anonymous Pauli ha dicho...

Muy bueno, como todo lo tuyo, Bibi.

4 de febrero de 2020, 21:27  

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