Semillas
I
Despacio
abrió la mano
no pudo
retener la semilla
¿Para qué?
-preguntó
la abuela-
el hombre
siempre infecta
lo poco que
queda
de tierra
¿para qué?
Ya
comprenderá
cuando en
la boca
se deshaga primavera.
© Sandra Gudiño
Tan Bello!
ResponderEliminarFlora levi
Me gustó leer este poema sobre la naturaleza y el final sorprendente.
ResponderEliminarabrazo
Ana Romano.
Esperanzador y bello. Verónica M. Capellino
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