28/12/19

Poema de Diego Bennett



Luvich

Soy el más pequeño de una saga de apátridas,
soy el sumo verdugo de nuestra fe
soy lo que pica.

Más fantástico que cualquier amor
el más olvidado de los recuerdos,
el tan cruel y al mismo tiempo secreto bien guardado,
la más honda de las cicatrices en la palma de una arruga.
Debería decir mano cuando no lo es,
debería decir viaje cuando sólo es un paso.
Esta arruga de esa mano hoy recuerdo.

Toda cofradía tiene su espina que ocultar
toda historia su sordera.
En el más recóndito de los pliegues de tu camisa
como pase de ajedrez,
Luvich.
Farsante del libre comercio
tenedor de libros,
contabilidad en sacos de té, en especias de nuevo mundo.
Navegaste todos los barcos de la sangre para llegar a Londres
Saqueaste el mercado de los disfraces intentando ser Poe
tal vez Wilde o Dickens.
Solo pudiste ser quien eras pero teñido de inglés.

Soy tu arruga en la mano que te rasca la cabeza,
soy el perfume rancio de ese barco de distancias
soy lo que pica

Estallando desde el continente la verdad
surge un nuevo tiempo de espectral historia
No hay lado oscuro ni fe
no hay espadas
caminaste murallas
reciclaste dolencias
imprimiste tu sello en mi
Luvich dice acá
y siempre dirá.

Soy la sangre del viajero
soy la nave que nunca llega
soy lo que pica.

© Diego Bennett

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