6/12/19

Poema de Cristian Jesús Gentile





PAISAJE INFINITO

valle de manos vidriosas
cayendo sin final
sobre mis ojos
que me quede al menos eso
para llenar tanto vacío.
El día es una cárcel
a la cual uno, sin remedio, debe regresar
hay en alguna parte
luciérnagas de papel
jugando entre la neblina
pero aquí, en el rincón más amargo
cada respiro es un rugido atroz
y corren las cortinas
para que entre más oscuridad
pero ya no tengo espacio
ni la noche se sienta a esperarme
ni la muerte me quiere de vuelta
mis silencios son un látigo
para mí mismo
y en el latido mudo
del viejo secretér
reposa la última caricia
tan antigua como el ámbar
con la ropa del olvido
desarmándome el pelo.

© Cristian Jesús Gentile

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1 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

La inteligencia del poema sin descuidar la emoción, como quería Girri. Cargado de sentires y sentido. Además muy justa la ilustración de Gustavo. Gracias! Alfredo Lemon desde Córdoba

11 de diciembre de 2019, 10:56  

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