Llanto por
Sony
Hay tardes
en que la piel
se eriza
sola
no porque
sea justamente
una tarde
de perros
sino porque
hay lágrimas
que no
asoman a los ojos
y entonces
viene ese temblor
que no es
de lágrimas
sino de
ríos
que horadan
hondo
y entonces
uno ve
no a ese
que trabaja como otro cualquiera
sino al
hombre pleno
al hombre
que es
historia
dolor
asfixia
y uno llora
ríos de pena
ante lo que
el fracaso va dejando
y todo está
allí
en ese
rostro de Al/de Sony
sudor a chorros
ojos de
asombro
boca
callada que grita
que grita
tanto.
© Ana María Oddo
siento tu poema, ana, en el alma, en las manos., llega. susana zazzetti.
ResponderEliminarSusana, mil gracias. Celebro que así sea.
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