Fantasmas
Ellos, mis
fantasmas,
son
fantasmas proletarios.
Cada noche
luego del
cafecito y el cigarro
comienzan a
llegar colectivos
repletos de
fantasmas
que se
dirigen a la fábrica
de asombros
y desconsuelos.
Los observo
caminar rapidito
y con las
sábanas rígidas
apurados
por fichar la entrada
y no perder
el presentismo.
Luego sí /
comienzan la tarea /
cada uno a
lo suyo
que
consiste / comprenderán /
en hacer lo
que les da la putísima gana.
Saltan /
gritan / están los que pintan murales
otros
organizan campeonatos de payana
y algunos
pocos forman orquestitas típicas.
Por allí,
cada pocos días, llega un colectivo
un poco más
tarde
y bajan los
fantasmas más combativos.
En sus
sábanas tienen estampado tu rostro
y organizan
asambleas sorpresivamente
en donde
deciden por obscena unanimidad
parar la
fábrica y movilizarse a mi nostalgia
intentando
obtener mayor tajada
de mi
humilde plusvalía.
© Raúl Alonso
Interesante, poesía política, gracias
ResponderEliminarCatalina Boccardo