Se cae el
día
inexorable
sobre el
hombre que trabaja
en sus
figuras de cera
en su carne
viva
en su
maravilla
en su mano
de mayo caído
en los
árboles desprendidos del viento
como yo,
solo en el camino
siempre en
el camino.
En otras
noches se habla de guerra
en otras
casas hay crueldades
en otras
cárceles hay pueblos
pueblos
esclavos y santos
como la
historia, los abuelos y los niños,
allí donde
la lluvia es negra
una noche
sin estrellas.
Y yo aquí
con mi arcilla
elaborada
sobre un volcán
esperanzada
y oscura
conquisto
un vuelo de pájaro
un hilo
incierto que llega
hasta el no
lugar…
el disco de
oro cae como un secreto.
© Daniel Arias
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