A solas
Lejos está
el recuerdo y cuando
se acerca
aprieto los
ojos. Pero sigue ahí
la
hermanita
dando
vueltas
entre las
paredes austeras, el libro abierto.
Caminan
ella, el libro, las paredes,
se le caen
las medias.
¿Si ciega
una, siega la otra?, ¿y quién
riega las
plantas?
¿Había
plantas?
No escucha
porque lee
en voz
alta, lee lo que todavía
rueda hasta
que se queda
y le
alcanza una sola pared.
Tu cabeza
tu cabeza tu cabeza
se golpea
contra
una vez y
dos y mil veces
salgo
corriendo.
Hasta que
la rueda se aquieta,
la pared se
aleja y la lluvia
nos mantiene
todavía
despiertas.
© Susana Szwarc
Terrible y Hermoso poema Gracias Susana
ResponderEliminarConmueve. Tan fuerte y hermoso. Y esas niñas en la lluvia,nosotras niñas en la lluvia con ellas.
ResponderEliminarVerónica Capellino
Siempre pones palabras precisas a tu imaginación fluyente. Felicitaciones, es un gusto leerte. He visto poemas tuyos en la revista "Palabras de Poeta" de mayo de este año. Saludo afectuoso desde Córdoba, Alfredo Lemon
ResponderEliminar