Poema de Alejandro Cesario
Ojos de
niña
En la calle
donde vivo,
en el
almacén de la esquina.
Orfandad
sin dilección.
Diminuto
aposento de asilo.
Cuenta sus
pocos centavos,
la caridad
de algunos vecinos
y la venta
de algunos dulces.
Cautiva del
tiempo
renqueando
se ha quedado sola la abuelita.
Sus ojos
afables y oscuros
siguen
siendo los de una niña.
Sus manos
gélidas amoratadas
dan dos
caramelos a mis hijos.
© Alejandro Cesario
Etiquetas: Alejandro Cesario
1 comentarios:
y qué suerte que están esos caramelos y qué suerte este poema!
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