Una vez me contaron 
de una familia sin mesa 
la sola imagen  
de personas comiendo 
en el vacío 
perforó el recuerdo 
de aquel puchero caliente 
en 
casa de mi madre
no puede haber autobiografía 
en una familia sin mesa 
cuando se tiene una casa 
hay un lugar al que se puede volver 
yo tengo una casa 
mi país en cambio, a veces 
es un hueco 
por donde se desvanecen los pueblos.
© María Fernanda
Regueiro

Gracias por este poema Fernanda
ResponderEliminarBuen poema sobre la realidad que nos aqueja.
ResponderEliminarAbrazo Ana Romano.
Cuánta crudeza de realidades!
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