lo que oyen mis ojos
sin alegría ni sosiego
me invade una creciente de palabras
que serpean riscos y presagios
un sonámbulo artificio de signos
para decir lo que no puedo
mi mano forcejea
contra el caudal de musgo sonoro
y la belleza, territorio cruel
no me guarece.
© Alfredo Luna
Bello poema, como vos,querido Alfredo! Abrazos
ResponderEliminarBello poema, como vos,querido Alfredo! Abrazos
ResponderEliminarEsa lucha palabra-poeta, eterna. A mí sí me guarece la belleza de tu poema, Alfredo. Gracias
ResponderEliminarVerónica Capellino
Misteriosa y compleja la tensión del creador con su obra. Tu poema la plantea con la fuerza y el talento que te caracterizan. No se te escapa la belleza, la sostienes. Alfredo Lemon
ResponderEliminar
ResponderEliminarSiempre leerte me produce un gran placer, lo sabés. Y no porque seas mi amigo y te quiera. Lo que me seduce es la poesía que sostiene en alto la belleza.
Lily Chavez
Aunque tú la construyes en un mundo laberíntico.
ResponderEliminar¨Saludos Isabel Llorca Bosco
Querido Alfredo: invadido por esa catarata de poesía, te dejás arrastrar y nos arrastrás a todes.La sinestesia constante ("lo que oyen mis ojos""musgo sonoro") nos lleva a un plano donde "la belleza, territorio cruel" te acompaña y te acosa. ¿Qué decir de este poema sino que es poesía pura, y agradecerte por haberlo escrito?
ResponderEliminarPara encuadrar y poner en la pared
Irene Marks
Ëxcelente poema,Alfredo. Isabel Llorca bosco
ResponderEliminar