26/7/19

Poema de Paulina Vinderman



El mundo es más mundo en Ciruelo,
las cicatrices másvisibles: desgarrones cosidos
con apuro a grandes puntadas.
De todos modos, no alcanza.
Me iré, una y otra vez, a pueblos disímiles
a pegar atardeceres en mi mente como estampillas
sobre un álbum blanco nieve (esa nieve que una vez desafié).
¿La épica compensa la precariedad?
¿Qué se me perdió en la infancia?
¿Mi hermano? ¿Un talismán?
La madera seca arde mejor y siempre guardo
un solo fósforo.

"Combatir el cansancio, los alacranes y el miedo".
Mis lemas se acurrucan bajo una mesa de luz
que alguna vez fue un cajón de manzanas.
Ellos velan mi sueño en habitaciones bandera,
refugios arrogantes de soledad.
Una soledad que arde mejor cuando duele el
corazón de pensar demasiado.
Las notas de un explorador nunca hablan
de lo inexplorable de esa maquinita que
bombea poesía mientras tiembla de fìebre.


© Paulina Vinderman

2 comentarios:

Blogger tinA ha dicho...

Puro esplendor todo.

27 de julio de 2019, 17:55  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Cuántas cosas y vivencias se nos van perdiendo y desgarrando a través de los años estimada Paulina, que apenas atinamos a resistir y poner el corazón como una maquinita latente que intenta resistir a los embates. Te saludo y celebro tu obra y trayectoria. Alfredo Lemon

4 de agosto de 2019, 13:03  

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