Sacramento
"Quien
come mi carne
y bebe mi
sangre tiene vida eterna
y yo le
resucitaré en el último día."
Juan 6, 54.
Bebí mi
sangre
comí mi
cuerpo,
construí mi
tumba,
rompí mis
cadenas...
resucité.
Nadie
removió la
piedra
de mi
sepulcro,
todos
martillaron
sobre el
clavo
y hundieron
la lanza...
¡Aún
escribo con la sangre
sobre las
piedras lanzadas!
© Luis Pabón
Bello.. y un honor la publicación!!
ResponderEliminarGracias Susana por leerme...
ResponderEliminarCada vez que leemos, comentamos y compartimos ayudamos a que siga viva la poesía.
ResponderEliminarLa poesía late viva en tu poema!
ResponderEliminarTere Vaccaro.
Gracias Tere por latir con la poesía.
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