UNA NUBE
Una nube
llovió unos
instantes
sobre un
niño solo.
Era una
columna de agua
bajo el
sol.
Así como
vino se fue.
El niño
quedó empapado
a las
carcajadas y feliz.
Ahora
deberá
regresar a
casa
y dar
explicaciones.
Sus padres
seguro
no le
creerán la maravilla.
Su única
defensa posible
él no lo
sabe
son estos
versos.
El niño
tampoco sabe
que no está
solo.
A los
poetas
les pasa lo
mismo.
Así
desde
siempre.
© Jorge L. Carranza
uno de mis temas preferidos. directo al corazón, el niño. susana zazzetti.
ResponderEliminarSiempre tus palabras precisas llegando a lo profundo querido Jorge !! Abrazo grande!! Alfredo Lemon
ResponderEliminarhay sabiduría en ese final, muy bien poeta, no estás solo tampoco
ResponderEliminarw, m.