Hablo sin
dirección y de a ratitos callo
mientras el aire
impacta la ventana.
Escucho algo
deslizarse en la terraza,
mis
pensamientos
asoman
breves, la inquietud los
cohíbe
de pronto sé
es una de
esas tardes
una espiral
volviendo a sus
inicios
la forma
recelosa de saberse perder,
nada
se hará
concreto excepto recordar
que el
más pequeño movimiento es
tiempo.
© Ana Lafferranderie
Somos quizá nosotros tiempo...
ResponderEliminarde saberse perder nada... esto es un acierto, el poema por supuesto tiene muy buen ritmo en su conjunto
ResponderEliminargrande,
W.m.
Sensaciones diversas a través de imágenes muy sugerentes, hacen de tu poema una reflexión musical que invita a feliticarte por su logrado encanto. Misterioso. Me gustó. Alfredo Lemon
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