Templo de
Delfos, Marmaria
En los
umbrales del cielo y el infierno
el
visitante pregunta:
¿de dónde llega la
luz?
¿en dónde reside
la tiniebla?
Interrogan
al oráculo.
Intentan
conocerse.
Sócrates
reconoció no saber nada
y acaso ni
los dioses puedan saber.
El devenir
de los siglos cabe en una nuez.
Es muda la
eternidad.
© Alfredo Lemon
Misteriosa la eternidad...Será?
ResponderEliminarGran poema, me gustó mucho
ResponderEliminarlo bueno de este poema es que despliega sus preguntas y se da sus respuestas sin agotar el tema. a llo cual todos tendríamos derecho.
ResponderEliminarque bueno.
W.M.