Fui un nido
roto y abandonado
un pájaro
nuevo ocupando el nido, fui.
El viento
que arrasa el nido
y deja
sobre la vereda, un pájaro.
Una tabla
con clavos, y un brote de ceibo
una pintura
que se descascara, y deja ver
colores,
matices, texturas.
Fui una
mala hija, descuidada a veces
egoísta y
altanera
una mujer
que llora mares, sobre una lápida
muda
y sin
remedio, la que dejó una nota
en esa
lápida; allá vos
y yo parada
acá.
Fui una
señora gorda, discutiendo
cuestiones
obvias
el calor,
la humedad, el verano
la playa y
la cerveza.
Una vez,
pude ser feliz cuando niña
y después,
me dediqué a deambular
de brazo en
brazo
sin ningún
amor, ni camino cierto.
Hoy pinté
de verde, la pared del cuarto
fui alguien
con destino y estrella
una pared
nueva, una araña huyendo
basura
escondida y nunca vista
alguien
capaz de seguir y no pensar
en los
residuos, y huele a lluvia.
© Alejandra Bosch
Bienvenida Alejandra a este sitio que pretende difundir a poetas contemporáneos, un abz, Gus.
ResponderEliminarBienvenida!
ResponderEliminarPatricia Corrales
Bienvenida!Duro y bello poema!
ResponderEliminarCuando se lava el alma, vuela las palabras y te encuentras.
ResponderEliminarBienvenida.
Gran poema, gran poeta.
ResponderEliminarBienvenida con este poema que golpea.
ResponderEliminarAbrazo Ana Romano.
Bienvenida Alejandra! Muy fuerte y movilizador tu poema. Muchos saludos!
ResponderEliminarCristian Jesús Gentile
¡¡¡Bellísimo y degarrador "retrato hablado", Alejandra!!!
ResponderEliminarAplausos y un beso grande de bienvenida
María Rosa León