Luna Grande
Testimonio
de una vecina del pueblo
Yo creo que
tenemos cosas adentro
que no se entienden
y están tiradas ahí,
a la espera de que algo
o alguien las anime.
Luna Grande era un tío lejano
carcomido por la bebida.
Ceñudo, recorría los montes,
brutalizaba animales.
Antes de que lo echaran
y se fuera a baldear su miseria
a las aguadas del Litoral,
había hecho suficiente daño,
suelto como andaba en la noche bermeja.
A veces quisiera atrapar la memoria
y despanzurrarla. Olvidar
lo que animó esta tristeza
que no se apaga.
© Tom Maver
Hola Tom:tu poema es terrible por lo que dice pero más aún por lo que calla. El clima de la violencia, del miedo, del desamparo y también una mirada compasiva nos van llevando con fuerza irresistible. El final sugiere, sugiere, sugiere...Lo disfruté mucho Irene Marks
ResponderEliminarPoemazo, gracias
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