6 | Ahogada
en otro Tíber
O líquidas
dilatas a tus peces,
ociosas
corrientes con mis blancos venenos
o la
frialdad que crece como una hiedra
oscura y
paciente en el fondo. El agua
turbia se
movía salpicada de estrellas.
Tal nuestro
sepulcro, la garabateada silueta
con lúgubre
chasquido de formas endebles,
¿qué más
pediríamos a la vida? En la balaustrada,
igual las
gentes se divertirían y amarían
sin pensar
que veníamos a morir. Entonces,
embravecí
llorando la corriente y pensé:
de pronto
todo oscurece, lancémonos
sobre la
implacable destrucción de un microbio,
o mejor,
contra la brisa fresca que la excita.
Sitio
específico Puente Colgante. Laguna Setúbal.
-Juan
Manuel Inchauspe, Es cierto que temblé contra los muelles,
De pronto
todo se oscurece querida, en: Trabajo Nocturno,
poemas
completos. UNL, 2010.
-Mateo
Booz, En el puente colgante, en: Santa Fe, mi país. UNL,
1999.
-Hugo Gola,
Y llegó…, En esta ciudad, Estás tan triste para hablar
de amor,
en: Jugar con fuego. UNL, 1987.
© Gabriela Schuhmacher
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enviada por la autora
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