Quinoto
Esta planta
te va a dar muchas satisfacciones
-mi madre
hablaba,
sostenía la
cosecha
en su
delantal a cuadros como un nido-.
Yo miraba
las hojitas enceradas
el fruto
ácido y pequeño
la cáscara
comestible agridulce.
Ella se fue
un día.
Cada otoño
aguardo
ávida
la cosecha
de los
pesados racimos naranjas.
© Marta Ortiz
marta, este recuerdo traspasa todo dolor. muy bello. susana zazzetti.
ResponderEliminarToda ternura en el poema!
ResponderEliminarGracias por compartir.
Tere Vaccaro.
Sencillo y tierno, dolorido y alegre Bello. .
ResponderEliminarEl perfume de la in fancia regresa en tu poema .Bello .Abrazos
ResponderEliminarEl perfume de la in fancia regresa en tu poema .Bello .Abrazos
ResponderEliminarPero qué belleza; me trajo recuerdos y disfruté el poema.
ResponderEliminarUn abrazo.
Betty
Marta, un placer dulce encorntrar hoy tu poema. Bea Lunazzi
ResponderEliminargracias Susana, Tere, Marta, Anamaría, Betty, Bea, queridas poetas, por pasar y dejar su huella siempre estimulante!! Con sendos abrazos, Marta Ortiz
ResponderEliminaramor en racimo, bello y tierno, gracias poeta.
ResponderEliminarIluminan esos frutos, Marta. Abrazo
ResponderEliminarVero Capellino