ESCONDITE
En el ojo se esconde la fragua donde el acero
fue una llama líquida,
la espada
con la que el samurái abrió su corazón.
En el mar
hay un abismo con barcos y galeones, con mástiles de sombra,
monedas
acuñadas en las minas de Potosí,
huesos de
golondrinas, crucifijos,
el libro de
poemas que Percy Shelley musitaba entre dientes.
En la
furia un demonio indescifrable me posee.
La tecleo
desgastado, con la boca en un rictus enfermo, enceguecido.
Me pesa el
alma como un agua de hierro.
En el adiós
se oculta la tristeza, el gesto cayendo malherido,
la partida
del muerto en un carruaje negro.
En la
sombra se esconde el perseguido.
Jhon Berger
me susurra que el deseo es el escondite de los amantes.
© Hugo Francisco Rivella
Hermoso Huguito
ResponderEliminarQuerido Hugo...como siempre, tu poesía atravesando el corazón!!!1 gracias!!
ResponderEliminarmaria del mar estrella
ResponderEliminarPotente como siempre. Te estoy escuchando Hugo, te escucho.
Lily Chavez