TIPOS QUE ESCRIBEN POEMAS PERFECTOS
Conozco algunos tipos que escriben a la
perfección. Es difícil dar con sus escritos, porque resguardan la intimidad de
su escritura, como las viejas tías ocultando el toque con el que saborizaban
definitivamente sus platos más codiciados en la familia. Pero claro, lo que
hacen es mucho mejor que un plato de sabrosa comida. Estos tipos escriben
poemas, poemas perfectos. Tan perfectos que ni siquiera emocionan. Pero, si por
una de esas casualidades, o errores involuntarios, sus poemas delataran una
línea que te sensibilice, vos no podes emocionarte, eso es como mostrar la
hilacha y no haber comprendido la perfección de la que hablo. Pero ¡Que digo
escriben! ellos, en realidad, cincelan el texto con la filosa suspicacia donde
imagen, literalidad, levedad o cotidianeidad, desaparecen como conflicto en el
ejercicio mismo de hendir cada palabra en el poema, igual que un matarife
sacrificando el animal, pero sin pestañear porque ese es su oficio. Y en el
oficio de escribir o hendir poemas, estos tipos siempre serán los mejores. Ellos, además, se comportan como seres
espantosos, y son definitivamente espantosos, pero no les importa. Para
perfección y belleza están sus textos. Por eso es que, también, se acollaran
con mujeres brutales insensibles y críticas que se parecen a las brujas de los
cuentos, pero que defienden a muerte al matarife y sus poemas. Uno tiende a
pensar cosas procaces sobre ellos, hasta se anima a decir que si cogieran
serían menos patéticos, pero no, el tema es la poesía, el tema no es la cama.
Las damas bellas, delicadas, y graciosas, no cuentan para estos tipos. ¡Tan
comprometidos están con la poesía!
© Patricio Emilio
Torne
felicitaciones patricio. decís lo que, seguramente, muchos pensamos. y me emocionaste. abrazo. susana zazzetti,
ResponderEliminarTodo dicho. Una salvedad: a veces tienen la suerte que no ven de tener cerca mujeres delicadas y bellas hasta que las embrutecen o las pierden.
ResponderEliminarMe gusta la lengua suelta de tu poema, Patricio.
Verónica M. Capellino