Poema de Hugo Francisco Rivella
MARÍA
TABARES SUEÑA COLIBRÍES
Como si la
ternura fuera una niña de azúcar sucede lo que digo,
llegan los
benteveos a comer bananos,
chirimoyas,
granos de
maíz.
Una garza,
con su cuello de espuma, asoma distraída
entre el
cocorocó de las gallinas y el ladrido distante de los perros.
Ríosucio es
una brasa que enciende lo que vivo.
El pueblo
duerme con los ojos vidriosos,
el Carnaval
baja desde la madrugada y es un delirio
por sus
calles y en mi alma
Me tironean
los diablos que rondan las iglesias
Cuando todo
está quieto y el espejo la sueña,
María
Tabares vuelve a ser la muchacha que le roba colibríes a la tristeza.
© Hugo Francisco Rivella
6 comentarios:
Oh! qué belleza casi onírica.
Abrazos.
Tana Pasquini
robarle colibríes a la tristeza...
una pintura hecha poema.
cariños
Lujo leerte!!
Hugo de mi ♥ .Bello
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