Elegía de cuna para un niño grande
“…y me buscaba el lado más pájaro del alma”
Armando Tejada Gómez – La vida
dos veces
Él era rojo como un adán soñado:
el adán de los pájaros
itinerario rojo su sangre
en el cauce
de los internos ríos
de la vida
eran rojas sus plumas
de pájaro en el aire
era roja su risa en mitad
del asombro
y su pasión tan roja
en la piel de la noche
levantaba banderas por la justicia roja
roja cantaba viva la palabra
en su boca
y eran rojos su orgullo-su indignación-su
canto
pero un niñito rojo con los ojos cansados
andaba por su sangre reclamando
alimento
niño rojo adancito
niño pájaro rojo pájaro niño
belleza roja toda
niño pájaro rojo niño.
© Verónica M. Capellino
Hermoso
ResponderEliminarMe encantó el ritmo y el caudal de ternura.
ResponderEliminarUn abrazo
Betty
Poema de gran lirismo que merecería transformarse en canción.
ResponderEliminarQué bello y cuánta pfofundidad Vracias..Abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias, Gustavo Tissocco, por todo, por tanto. Recién hoy veo esta publicación... Estuve, por diversas razones, muy desconectada.
ResponderEliminarGracias a quienes destinaron su tiempo para leer mi poema y para comentarlo. Abrazo a todes.
Verónica M. Capellino
...y algo más, Gustavo: la edición del poema: texto en rojo, el pájaro: delicadeza, diría Fonenkinos.
ResponderEliminarAlgo que no abunda y me conmueve, digo.
Verónica
Hermoso poema Verónica. Abrazos.
ResponderEliminarTana Pasquini-