Destejer 
equivoca 
el curso del tiempo,
enturbia el agua.
Un nombre pretérito 
moldea el contorno de tu rostro. 
La epidermis de los días 
no se resquebraja fácilmente. 
Al final,
transaremos con lo desconocido
como ilusos viajeros
piaremos 
si es que el hambre nos deja un hueco en la
memoria.
Nuestra frente será dichosa.
¡Ya 
trina 
el cielo!
© Paura Rodríguez
Leytón

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