Poema de Osvaldo Víctor Fernández

Esa Mujer cuando ríe

aliviana la carga del fracaso.

Nutre resiliente la esperanza,

y es agua dulce

que vive en el naufragio,

pronta a esconderme de la muerte.

Esa mujer alumbra un hogar

en la sonrisa,

devuelve la alegría

embarcada en norte de despojos.

Tiene

esa Mujer

 glorioso don,

justa y sanadora la palabra

desde cada instante de su vientre.

Esa Mujer

dos continentes,

inmigrantes uno de otro

de la mano,

honra la vida que no ha colmado

su estandarte.

Esa Mujer que ríe y navega atlántica

tifones de destino,

es de carne, hueso y olas encrespadas,

y ha llegado hasta mi orilla

a salvarme la derrota.

© Osvaldo Víctor Fernández