Una nieta a su abuela
De los regalitos que te traje,
uno es una princesa (una ñusta)
de un lugar que ya no me acuerdo
cómo se llama, pero queda en Cuzco.
El otro es una semilla que encontré
en Humahuaca y el otro una piedrita
del lago Titicaca, para que sepas
que en cada lugar en el que estuve,
estuve pensando en vos .
© María Teresa Andruetto
Piedras y abuela, qúe buena conexión:naturales, fuertes y protectoras. Faltaba el poema para unir tanto amor.
ResponderEliminarUn abrazo
Betty
Pura ternura!
ResponderEliminarBesosss
¡Pura belleza, tierno y conmovedor, María Teresa!
ResponderEliminarAplausos y un gran abrazo de bienvenida al club de las abuelas.
María Rosa León
Hermoso...
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