Se abre un hilo de fuego
tajea el verde
rito obsesivo
de una tras una
sin rebeldía
sin creación.
Son las siete, las once, las dos
el rojo hechizo continúa.
En algún sitio imposible,
complacida,
una negra divinidad se inclina.
© Bea Lunazzi
Poema sobre la violencia dicho en tono misterioso y evocativo, como si del rito de "una oscura divinidad"se tratara, una divinidad que se alimenta de la sangre, en este caso (interpreto) de tantas mujeres muertas.
ResponderEliminarExcelente Irene Marks
Excelente poema!
ResponderEliminarMe gustan mucho estas divinidades hormigueras. Abrazo!
ResponderEliminarGracias Susana por pasar y leer 😍😚
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