Tantas formas de alejarnos del suelo
I
Las hamacas nos encantan con su promesa de
cielo. 
Les entregamos el cuerpo por eso. 
Disfrutamos del aire que nos acaricia y
anuncia más. 
Hasta creemos que nunca van a detenerse. 
Que podremos seguir ahí, 
subiendo y bajando, 
casi a la par de los árboles. 
Uno de tantos intentos de hacernos seres
voladores 
solo por voluntad.
© Valeria Cervero

bello poema que me trae imágenes de niña. me encantó el tema. susana zazzetti
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