El paraíso fue un pozo de vidrios rotos en
el exilio de sus ojos
el tiempo se llevó la tarde los caldenes
los días del entierro del sol en el vientre
seco de la Pampa
y hubo un adiós
y hubo una mano sosteniendo como si fuese
un caballo muerto
el peso de ese adiós entre sus dedos
Padre la ciudad es despiadada con la
melancolía
desde entonces en la hondura del pozo
entre los vidrios rotos
una niña escribe una carta.
© Ernestina Elorriaga
Fuerte, hermoso, Tina!!!
ResponderEliminarFuerte, hermoso, Tina!!! Estela Porta.
ResponderEliminarHermoso poema conmueve .Gracias
ResponderEliminarUffff..."y hubo una mano sosteniendo como si fuese un caballo muerto
ResponderEliminarel peso de ese adiós entre sus dedos" fenomenal! Congratulación infinita!!!
ResponderEliminarMe encanta que Tina viva en la casa de los poetas contemporáneos. Su poesía es el oasis donde vive la belleza.
Lily Chavez
Bello.su poesía es un aire que alimenta la cercana virtud."El tiempo se llevó la tarde"bello amanecer .Dardo
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