ABRAZO DE OLIVOS
A Federico García Lorca
La noche se tiñe de invierno.
Desemboca en la rosa marchita,
mano desolada,
filosa zozobra a espaldas del océano.
Entonces la luz se abre paso
en sílabas pobladas de emociones
con sabor a añoranza de Alhambra y fuego.
La
gran luna de Granada
aparenta ser un desahogo,
una nueva ilusión para el poeta que migra
su palabra,
música que embriaga la atmósfera
con abrazo de olivos
y hace las paces con el día.
© Teresa Vaccaro
Gustavo: Muchísimas Gracias por tu gentileza en publicarme. Besos. Tere.
ResponderEliminary me duele y siempre me dolerá esta muerte, y estos versos tuyos, tere, con tanta música, m lo traen otra vez a la vida. abracito. susana zazzetti.
ResponderEliminarGracias Tere. Un poema que lo regresa.
ResponderEliminarHermoso
Su. Gracias y abrazo. Tere. v.
ResponderEliminarGracias y abrazo Claudia Tejeda.
ResponderEliminarTere V.
Precioso poema Teresa. Gracias por compartirlo
ResponderEliminarMarta Cristina