El crujir de las sombras.
dedicado a
RI.
Creció en la noche.
Como un buitre penetró en mis entrañas
No sabía
si era la sombra de una espera
la inesperada llama de la especie
una calandria en celo,
o un avión que pasaba.
Y vino así
como deseando, sentarse en mi cerebro y
devorarlo
meterse en mis pulmones y vaciarlos, bajar
por mis caderas hasta hincharlas, atar mis piernas con cardales.
Me sostuve
sujetándome al viento
con mis pies helados
hundidos en el fango.
Y sin saberlo
una noche como esta
de verano
abrió mis venas y arropándome
me confesó su intento:
era llevarme.
No sabia
como era
la furtiva partida de la muerte.
La vi pasar hoy día.
© Marta Zabaleta
Muy bueno!
ResponderEliminarMuy interesante el ensamble con la fotografía. Bellisimo y profundo poema. Muy orgulloso por la dedicatoria
ResponderEliminarestás a salvo!!! querida marta un poema que nos baña con su intensa realidad. te abrazo fuerte. maravillosa tu creación!! susana zazzetti.
ResponderEliminarHermoso. Qué intenso. Griselda Rulfo
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