Por la noche sube un rumor de arcilla desde
el fondo del arroyo
un borbotear de aire sofocado
son los espíritus que han quedado
entrampados
que no han logrado vadear la orilla
el miedo desova como un animal repentino en
su mirada
digo una plegaria por sus terrores y
esparzo trizas de luz
como semillas para alumbrar el camino hasta
la casa
para adormecer a los fantasmas
una agitación de ramas como alas
transfiguran el aire
y su cuerpo todo toma la forma de un ave
incierta
en su aleteo estalla el infinito en
pequeños universos
como centellas abriendo la escarcha
su miedo busca la urgencia de mi mano
abierta como una magnolia
como una luciérnaga de seda abrillantando
el reflejo del agua
así costeamos el sueño su oleaje confuso
sus trampas
cruzamos laboriosamente al otro lado para
llegar a la casa
cordero que duerme su temblor
hasta que el día como una aparición tiende
su manto verde
sobre el vientre restallante del campo.
© Sandra “Tana”
Pasquini
Muy bueno Sandra. Felicitaciones.
ResponderEliminarLos misterios y temores de la noche. Muy bueno
ResponderEliminarUn abrazo Graciela Barbero
Sandra, espléndido poema.Un abrazo Isabel Llorca Bosco.
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