26/12/18

Poema de Hugo Francisco Rivella



FEMINICIDIO

                                            a Kuky Leonardi
                                                                    

El cementerio San Antonio de Padua está cubierto de margaritas blancas,
narcisos, golondrinas y un ramo de claveles rojos.
Rojo fue el último suspiro de Edith Andrea Vera
cuando el puñal del asesino buscaba su garganta,
buscaba su niñez entre las latas,
la casa de madera de la noche,
su corazón de alondra entumecido.
¿El asesino es ese hombre tatuado con barcos y serpientes?
¿El que asesta los golpes con furia sobre Edith?
O es la violencia machista silenciada, como dice Evelina Giberti,
lo que ha cuesta llevamos y consume los huesos, el ojo, la mirada?

El puñal interroga con su lengua demente.


© Hugo Francisco Rivella

1 comentarios:

Blogger Isabel ha dicho...

Estupendo poema.Magnífico verso final. Un abrazo Isabel Llorca Bosco

13 de enero de 2019, 15:39  

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