Pavor nocturno
"Vendrá la muerte/
y tendrá tus ojos..."
Cesare Pavese
Esa noche la luna se suicidó
arrojándose en los lagos de Palermo
y las tinieblas fueron más oscuras
que aquellas golondrinas olvidadas.
Esa noche fue vendaval de calandrias
golpeando contra el ventanal
estallando sobre azoteas y tejados
el viento henchido de presagios
era azote de amapolas,
bellísimas amapolas...
Sobre un azorado obelisco
se abrieron los cielos
en insólita aurora austral
y la ciudad toda sucumbió
ante el feroz estuario del río
que reclama un lecho a sus aguas.
Justo antes de caer
en el caos nocturnal
sobre el horizonte
rompió el alba
del iris de tus ojos
y volvió la vida…
© Ricardo Juan Benítez
Un canto al amor Ricardo, un placer enorme leerte
ResponderEliminarun abrazo
Patricia Corrales
Hola Ricardo: maravillosas imágenes, deslumbramiento, varias niveles de lectura, desde el gran amor a las inundaciones apocalípticas. Sin embargo, el amanecer vence al caos y a la muerte, merced al amor renovado. Excelente Irene Marks
ResponderEliminarmaravilloso el clima que genera el poema !!!excelente
ResponderEliminar
ResponderEliminar¡Qué bellísimo poema, Ricardo! Tan lleno de magníficas imágenes que no dan respiro.
Un abrazo grande,
Alicia Márquez