Poema de Mariel Monente
MEDITERRÁNEA
Un sueño se astilla
en la noche más larga
cuando yace
sobre la arena
el pequeño cuerpo.
Si pudiera
un corazón aún no nacido mitigar el llanto
con sonrisas o pequeños dibujos en
carbón
sobre una pared blanqueada
e intentar cambiar amaneceres
que nunca nunca
serán los mismos.
Una madre se va
en el regazo de la tierra
y brotan tréboles con sus pequeñas flores
lila
nomeolvides sellan su voz
mar agitado en los ojos verdes
labios en calma.
Se va con el primer gemido
tres velas
y el ahogo.
© Mariel Monente
3 comentarios:
Gracias!!!
Bello , claro, doloroso, tanto sufrimiento se concentra en un caso que seguramente, replica cientos de ellos y el poema otorga identidad. Muy bueno Mariel , te felicito, hermoso poema.
Cle
Bello!!
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