1/11/18

Poema de Liliana Díaz Mindurry



El que se va y el que se hunde

Así como hay chimeneas que lanzan fuego en vez de humo, hay uno en el hielo
que abandona a otro. Así como hay ventanas de ojos abiertos
también las hay de ojos cegados. Así como hay mujeres y niños
y casas y nieve y campanarios, y pájaros y árboles
raquíticos y cazadores y perros,
debajo del hielo no hay nada y esa excavación para mostrarlo
es la misma oscuridad.  Así como hay demasiadas preguntas y ninguna
respuesta, hay un silencio que se puede tocar:
es suave pero duele.
Así como hay una zarza intensa que arde en cada casa,
sólo las aventuras ínfimas salvan de la desdicha.

Todo está por suceder pero no sucede nunca:
en un aire confuso alguien se va y deja hundido a otro,
el que se va sospecha el hundimiento, pero
no le importa. El que se hunde sabía desde el principio
que iba a hundirse y tampoco parecía importarle:
todos son puertas falsas. La unidad perdida
sigue perdiéndose en la nieve. Ese o cualquier otro
colocaron incrustaciones de cristal en las heridas
para que a la vez que brillaran con más radiaciones y hermosuras
dolieran más.

© Liliana Díaz Mindurry

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5 comentarios:

Blogger irepoesia@gmail.com ha dicho...

Hola Liliana: doloroso poema que alude a "la unidad perdida", a las "puertas falsas", a la falta de solidaridad("hay uno en el hielo que abandona a otro") Es un poema para releer mil veces. Lo disfruté mucho Irene Marks

4 de noviembre de 2018, 13:40  
Blogger Clelia Bercovich ha dicho...

Celebro Liliana, tu poema. Tanto te escuché hablar del caos . Resulta que nos importa la unidad, el sentido, lo Uno. La predicción, las señales y los signos. Creemos que comprendemos eso nos sostiene y estamos sobre una torre de metáforas.
Metáforas sobre metáforas. La torre es una nube impenetrable.
Sólo la experiencia, y yo diría, la experiencia dolorosa, sobre todo, es la que más te expone a tus expectativas equívocas. Te da vuelta y obliga a volver a ubicar todo.

Digo, la experiencia propia, porque la ajena, es una lámpara, que en la noche oscura, se lleva en la espalda. ( O no jaja)

Un abrazo fuerte


Clelia

4 de noviembre de 2018, 13:49  
Blogger Romina R Silva ha dicho...

Me encantó.

5 de noviembre de 2018, 0:27  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Gracias Liliana. Me encantó leerte. Andrea

13 de noviembre de 2018, 11:33  
Blogger Gregoria ha dicho...

Un canto o una lamentación, viene a ser lo mismo, por la intensidad, por lo nimio, por el abandono, por el caos, el silencio y la oscuridad... Condena y salvación tienen una misma cara... Maravilloso poema de una Gran Poeta!! Gracias!!

27 de noviembre de 2018, 6:30  

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