Aquí me quedo. Pero qué significa quedarse
si ciertamente me estoy yendo de mí.
Aquí me quedo en tierra firme. Aquí, en el
no suelo.
En el frío invierno de lo forzado.
Atrapada en vaguedades
me acomodo
y me quedo.
Acampo en un trazo de tiempo acumulado.
Identifico el dolor de
irme.
Dolor en un paso y otro
y otro dolor más firme para quedarme.
Y otro más
estable para irme,
para que todos y ninguno me sujete de la mano.
Irme de la
inercia de quedarme cansada de mí.
Irme hacia mi voz. Hacia mi cuerpo,
caminarme de violencia muda
hasta convertirla en deseo sostenido.
Mente rapaz,
ave de rapiña
cuya furia sobrevuele rocas inalcanzables.
Cuerpo honrado que se
pronuncie,
que me devuelva un espejo de mí.
© Lidia Vinciguerra
Te quedaras entre nosotos y en cada espacio de poesía. Aunque te vayas.
ResponderEliminarTe entrego el espejo para que regreses! Gracias por compartir.
ResponderEliminarBeso.
Tere Vaccaro.