21/11/18

Poema de Hugo Francisco Rivella



SALMUS HEANEY DE ENTRECASA         

                             al Teuco Castilla

Dirán que fue un poeta regionalista y no pudo salir de su pequeño mundo de luciérnagas, que entorpeció a los trenes en la infancia y degolló
a los toros de la noche.
Era un iletrado, dirán los obituarios,
cansados de homenajear a los cadáveres que embalsaman para justificarse.
Juan José Hernández un federalista sin remedio,
Almafuerte una llaga viva,
Armando Tejada Gómez un decidor folklórico,
Manuel J Castilla, abriéndose a dos aguas, un río de cenizas.
¿Y Jorge Leónidas Escudero? ¿Juan Carlos Bustriazo Ortiz?
¿Mario Rivero?

Salmus Heaney se quedó balbuceando en un cometa,

el agua del crepúsculo lo anda resucitando.


© Hugo Francisco Rivella

4 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Buen poema,bello final.
Un abrazo.
Betty

22 de noviembre de 2018, 0:11  
Blogger irepoesia@gmail.com ha dicho...

Cuánta verdad en este poema. La sensibilidad no se aprende en la academia. Los poetas "populares" que están cerca de la tierra y del hombre son los que no pasan, porque hablan al corazón. No hay métrica perfecta que pueda emocionar como ellos.
Y este poema es excelente
Irene Marks

22 de noviembre de 2018, 9:42  
Anonymous jorge carranza ha dicho...

Hombres que escriben para los hombres...así de simple...así de grande.¡Bello poema con verdades adentro¡

24 de noviembre de 2018, 16:11  
Anonymous jorge carranza ha dicho...

Hombres que escriben para los hombres...así de simple...así de grande.¡Bello poema con verdades adentro¡

24 de noviembre de 2018, 16:11  

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