Poema de Gisela Galimi
Frutillas
Dicen que mi madre
limpiaba frutillas
la tarde de octubre
en que quiso nacerme.
Se le vino al ánimo
un súbito cansancio de piernas
y anunció que no recibiría visitas
hasta después del parto.
Mi padre, siempre tan hombre,
protestó que ya había hecho convite
para el próximo sábado.
Entonces ella
comenzó a parirme
ahí mismo,
un mes antes de la víspera.
Cada vez que lavo frutillas
y las corto,
de una forma distinta
al modo de mi madre,
pienso que hay varias maneras
de resolver un problema.
O si las frutillas son muy rojas,
no pienso en nada.
© Gisela Galimi
3 comentarios:
Muy bueno Gisela!! me disparó varias lecturas en la red de imágenes desplegadas, entre dejarse estar sin pensar nada, atrapada en el color que marea, y la creatividad capaz de resolverlo todo. Abrazo !! Marta Ortiz
Muy profundo, Gisela! Estela Porta
Nada mejor que el Rojo! Sangre,VIDA! BIENVENIDA!
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