En el atardecer
las luces se derraman,
sobre la penumbra de los árboles olvidados.
Un viento de nostalgia
derriba las hojas de la vida.
Veo baldosas de colores salpicadas
por el vértice gris de los días.
La noche parte el grito
de un mundo quebrado,
donde los desamparados
claman en el eco sordo
de la indiferencia.
Una brisa de luna
quiere tambalear
la aridez de los avaros,
donde no cabe
la anchura del corazón desgastado
por relojes de injusticia.
Mientras, yo trato de apagar
la agresión que advierto
pero un simple farol no basta
para encender
el plumaje de la bondad
que vaga a oscuras
sobre el abismo de un materialismo
que acribilla.
© NANCY B. LAMBERTO
Bienvenida Nancy a este sitio que pretende difundir a poetas contemporáneos, mes a mes serás publicada. Abz, Gus.
ResponderEliminarSí, Nancy, el materialismo acribilla ¡Muy bueno!¡Felicitaciones!
ResponderEliminarCarlos Morteo
Bienvenida Nancy a esta casa de poetas!!!
ResponderEliminarEse farol debe seguir encendido siempre!!!
Tere Vaccaro.
Excelente poema Nancy! Bienvenida!!!
ResponderEliminarCariños
Bienvenida, muy buen poema.
ResponderEliminarUn abrazo Ana Romano.
Un bello cuadro de una puesta de sol, pintado con palabras, Nancy.
ResponderEliminarAplausos y un beso grande de bienvenida
María Rosa León
Una instancia material que cada vez ocupa el lugar de la solidaridad...
ResponderEliminarHola Nancy: un poema que muestra el dolor ante un mundo poco solidario, el abandono de los desamparados, los dejados de lado. Esto es lo que debe decir el poeta, hablar por los que no pueden hacerlo, sensibilizar al mundo. Amo este poema Irene Marks
ResponderEliminar