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13/10/18

Poema de María Leticia Ressia


  

Ahí van, las gordas 
corren su sistemática maratón de verano 
las miro por el vidrio mientras la cerveza 
apaga la sed del fracaso 
yo también debería correr 
levantar un pie hacia la sudorosa fe estival 
pero 
Ellas caminan a la par del señuelo que persiguen 
un mantra poderoso las anima 
la silueta, el colesterol 
la conquista de Marte o el fútil 
aroma del celo 
Lleno el vaso, recuerdo el último gesto 
atlético que tuve 
todo lo que quise degeneró en árbol enfermo 
corrí los perros, la liebre 
el hilo de un globo que se escapó 
con viento en contra corrí, a favor 
también, a veces, llegué 
Hubo una bandera en la puerta 
donde la gorda secaba su frente 
y comía manzana 
pero una superior existencia del hambre 
la huella solar de una estrella muerta 
vivía para la ansiedad de la falta 
Como un hámster anduve, el rulo 
del destino 
también era verano y alcancé 
las puertas de lo aborrecible 
una ruda moría su suerte 
y las gordas girábamos en el parque 
la calesita del infierno 
Vuelvo a dejar el vaso 
vacío, sobre la mesa 
adiós muchachas, saluden 
a la que fui 
aquí ya no hay nadie


© María Leticia Ressia

5 comentarios:

  1. Espléndido y brutal, gracias Lety, un abrazo. marta comelli

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  2. Me encanta leerte, Leticia. Te admiro profundamente.
    Claudia

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  3. Fantástico. La realidad hecha poesía te quita la respiración. Una gorda te saluda. Ja. Griselda Rulfo

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  4. Tremendo. La lucha interna hecha poesía.
    Un abrazo
    Graciela Barbero

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