De elegir
entre todas las cosas el talismán de oro
por
ejemplo, esa presencia que todavía persiste pero que corre riesgo
o ese
guijarro por lo tan pequeño, audaz en su firmeza
o la palma
traslúcida, esa mano
al momento
en que logra desclavarse
de
apegarnos a alguna de esas cosas
la palabra
destino irá cobrando vida
así
encarnada
en el corazón expuesto a su mayor esperanza
y siempre a
costa nuestra
a cuenta de
las futuras pérdidas
y de todas
las bajas.
© Raquel Jaduszliwer
Hola Raquel! Hermoso tu poema! Cariños.
ResponderEliminarMarta Rosa
Me encantó!
ResponderEliminarMuy bello Raquel profundo y bello Un gran abrazo
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ResponderEliminarSiempre disfruto de tu poesía, tus libros están en un lugar especial de mi biblioteca, a donde siempre vuelvo.
Lily Chavez