CLEMENCIA
DE LLUVIA
No hay lluvia que se precie
que no moje de amores.
Desde la
nube abierta
tumulto de
agua sofoca la vereda.
Despeñada,
es una boca que promete
la tormenta
más gris y cenicienta.
Sin
embargo, encogida de piedad,
sobre el
cristal de mi ventana
pareciera
que mientras tarda en caer
la
sosegaran dulces evocaciones.
Y antes de
escurrirse, compasiva,
con dedos
delgaditos me dibuja
un corazón
esmerilado
en la sutil
oquedad de la tristeza.
© Marita Rodríguez-Cazaux
Muchas gracias Gus, por la generosidad al incluirme en tu Página. Abrazo de corazón.
ResponderEliminarDulzura de agua de total belleza tu poema Marita.
ResponderEliminarVuelo poético impecable y remate maravilloso. Leerte es quererte y lo celebro Marita querida. Besos de Tinta. Adrián Terracciano
ResponderEliminarHermoso poema, Marita: nostálgico, tierno, lleno de belleza. Gracias. Un beso grande. Adriana Maggio (Dirbi)
ResponderEliminarMuy bello!!
ResponderEliminarBesosss
ResponderEliminarEs un poema escrito en puntas de pie, susurrando. Me encantó.
Abrazo.
Alicia Márquez
No hay poema que se precie, si prescinde del trio "belleza, mensaje y conmoción al mismo tiempo. La poesía de la autora cumple, siempre cumple, y como le gusta decir a ella, "plus ultra" de altísimas metáforas.
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