No
garantiza el nombre eternidad alguna
pero musita
o grita sin cesar u horrorosamente
calla
y va a
seguir escribiendo en paredes
de
transparencia y agua
los signos
que intentan fijar vocales
o esos
intríngulis consonantes y los tonos
y los
suspiros, y el derrame o los crujidos
y resquebrajamiento
de los cuerpos con sus almas
respectivas
y oscuras y anchas
como si
fuera un rezo como si fuera
la
convocatoria mágica a lo inesperado
como si se
volviera a algo
perfume o
nostalgia
estremecimiento
o vacío
sí siempre
la voz recupera el vacío
de aquello
que se fue arrancado y sin más
a una
buchaca oscura
contra cuyo
murmullo
contra cuya
persistencia
todo lo que
hicimos y haremos
garantizara
el nombre
recogieran
las redes
convocaran
a presencia
y resultara
fuera
no mirara
finalmente
tanto
rezago herida
poluciones
marinas
pondré
palabras
para evitar
que emerjan
diablos y
tempestades
© Carlos Alberto Roldán
Excelente.
ResponderEliminarSaludos.
Anahí Duzevich Bezoz
Gracias.
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