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11/8/18

Poema de Rafael Vásquez





PARTIDA

Llueve y es una tarde triste y sola
que no sabe apagar tu despedida.
Llueve para ignorar que las palabras
no pueden discernir lo que sucede.
Llueve para que el aire que te envuelve
cruce como una lágrima tu cara.
Llueve para que nadie se detenga
mientras pierdo el adiós que no nos dimos.
Llueve porque la vida es esta sola
y juega con nosotros la distancia.

©  Rafael  Vásquez

11 comentarios:

  1. Que bello! La lluvia es atrapante aún en la despedida. Un abrazo Graciela Barbero

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  2. Cuánto le debemos a la lluvia! Bello.

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  3. preciosa esta lluvia. placer leerte. susana zazzetti

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  4. Muy lindo poema, Rafael! Llueve al leerlo :)
    Gracias !

    "Llueve para que nadie se detenga..." me gustó mucho eso!

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  5. Muy lindo poema, Rafael! Llueve al leerlo :)
    Gracias !

    "Llueve para que nadie se detenga..." me gustó mucho eso!

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  6. Hola Rafael: en tu poema la reiteración de ese "Llueve" es como la rítmica interferencia que muestra cómo el tiempo borra los rastros de lo amado sobre el planeta. Una angustia que cae sobre el alma al repetirse, al contrastar con la pérdida ("para que nadie se detenga") y al mismo tiempo acompañar ("cruce como una lágrima tu cara"). La gran verdad está en el último verso. Excelente Irene Marks

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  7. GRACIAS HERMOSAS PALABRAS
    UN ABRAZO GRANDE
    ALBA

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  8. Beatriz Minichillo14 de agosto de 2018, 11:15

    Precioso, melancolico y sutil y muy bien construido

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  9. La lluvia y el adios que no se dice, pero nos cala hasta los huesos.

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  10. Muy bueno, una preciosidad.
    Clelia Bercovich

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  11. Salir empapada de tu poema.
    No hay dónde abrir un paraguas.

    Gracias, Rafael.
    Así se escribe.

    Claudia

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