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11/8/18

Poema de Natalia Leiderman



irán quedando pedazos de mí a lo largo de la tierra
en los lugares más íntimos y más públicos
de las ciudades del norte
y del sur

siempre es otoño
las finas capas de mis órganos caen
y luego crujen en el suelo
bajo el peso ligero de los transeúntes

en cada acto de amor estallo
como una granada
 y después de la sobremesa
-una vez que ya hemos digerido la muerte-
me recolecto, metódica y mansa 

pero estoy empezando a perder la paciencia

tengo un fuego y un miedo grande
por los años futuros:
cómo serán las próximas casas
los próximos almuerzos, sin lengua
o sin manos

cómo serán los próximos hombres y mujeres
que me desvistan
y qué pasara cuando quiera armarme
y no encuentre, por ejemplo, el corazón.

© Natalia Leiderman

4 comentarios:

  1. Siempre vamos perdiendo algo de nosotros...Profundo.

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  2. Y así con la incertidumbre palpitamos ,intenso , gracias poeta 🌷

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  3. Serenidad en la voz para amortiguar lo que ensordece de la angustia. Hermoso poema, Natalia, gracias!!
    Raquel Jaduszliwer

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