MAX BROD
Sabías cómo
iba a terminar esto,
te había dicho, si de verdad me creés
capaz de quemar tus
papeles
te estás equivocando de persona.
Algunas noches no duermo, pensando
quién soy yo para publicar tus pesadillas.
Franz, disculpame si hubo un
malentendido,
pero preferí seguir tu ejemplo,
tratar de ser como vos,
una
especie nueva de santo
que carga con su conciencia,
con el peso de la culpa,
para que tu obra exista
para que ayude a construir, al final del camino,
nuestro templo en la diáspora y su tormenta.
© Patricio Foglia
Muy bueno.Me gusta la cercanía que lograste en el poema, la síntesis. Edda Sartori
ResponderEliminarHermoso texto. Esto de ponerse en la piel del personaje, y hablar en primera persona, logra conmover al lector y acortar las distancias. Me gustó mucho. Adriana Maggio (Dirbi)
ResponderEliminarMe gusto compartir el poema y la forma de intimidad con Franz
ResponderEliminarAbrazo Ana Romano..
Me encantó!!
ResponderEliminarEl poema plantea rigurosamente un dilema ético entre el "quién soy yo" y el quién sino yo; su eficacia hace que la necesidad de resolución caiga con todo su peso sobre el lector. Gracias Patricio!!
ResponderEliminarRaquel Jaduszliwer
EL POEMA ME GUSTA, QUÉ TEMA, SINTETIZA UNA ENCRUCIJADA QUE MAX RESOLVIÓ A FAVOR DE LA LITERATURA. IGUALMENTE SIEMPRE PENSÉ QUE KAFKA ERA CONSCIENTE DE QUE NO LOS IBA A QUEMAR Y LO BIEN QUE HIZO
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