En las
vitrinas del museo de ciencias naturales
descansan,
los huesos
arrancados
a la eternidad
del mismo
modo en que la obsesión ordena las medias
un empleado
organiza las edades del mundo
para los
visitadores del progreso
Entre los
restos, un amonite
tiembla en
la sombra su casa de piedra
abre una
línea de fuego entre la vida rota
y esto que
late:
el corazón
de una mujer que parada
frente al
vidrio despierta, su célula
más
hermosa. Agita su minúsculo asombro
Un instante
progresa
los dedos
apoyados en lo invisible
dibujan una
estrella
la
imborrable constelación de lo eterno
Esto que es
polvo
sucesión de
nada oscura
espectro de
luz maligna
¿Es la
creación?
De todas
las cosas muertas
la mujer,
resucita
se sienta
en una piedra forrada con papel
Alguien
recreó allí, el rito del primer hombre
Su fuego de
celofán
¿Es la
creación?
Se sienta
en esa piedra, dije
afila su
colmillo de niebla, su flecha
y a la
sombra de una sed más grande
escribe
© María Leticia Ressia
Excelsa escritora.
ResponderEliminarGuau. Fantástico. Griselda Rulfo
ResponderEliminarEscribe y crea , más allá de la muerte Bello Leticia
ResponderEliminarLos ciclos. Todo vuelve a suceder.
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