29/8/18

Poema de Marita Rodríguez-Cazaux



INVERSIÓN 

A tanto como di, le quité precio.
Y aún así,
me juzgó la vida tan mezquina
que no me devolvió lo entregado
ni en dinero sonante,
ni en cheques,
ni pagarés,
ni letras de tesorería,
ni en horas de pasión.

Y ahora que me voy,
me persigue la AFIP con telegramas
para saldar una cuenta contraída
en tiempos que no recuerda mi memoria.
Y me obliga a dejar en la aduana de salida
lo único que tengo sobre el cuerpo:
un paisaje soñado y perseguido,
secreto superávit de amores
y esta mortaja apenas balanceada.



© Marita Rodríguez-Cazaux

1 comentarios:

Blogger Adela ha dicho...

Contrariedades que todos compartimos de alguna manera. Muy bien expresado.

30 de agosto de 2018, 9:02  

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